La más que publicitada película del consagrado Tim Burton deja nuestras altas expectativas por los suelos…Lo cierto es que echamos en falta «el país de las maravillas de Burton», ese en el que el bien y el mal se difuminan junto con sus grises.
No sabemos si la culpa fue de Disney o «del chachachá», pero la realidad es que nos encontramos con un guión carente de originalidad, con cabos sueltos, y más de un oscuro agujero…; la personalidad de Alicia responde a unas fuerzas externas desconocidas e injustificadas, al igual que el resto de personajes…
La dirección, impecable, como es lógico, y lo apoteósico de las imágenes no deben cegarnos. Durante el visionado se nos viene constantemente a la cabeza el «Tim, ¿por qué nos has abandonado?». Y es que Burton no rompe con la versiópn de Disney, pero tampoco se adecúa al guión…Desde mi puntode vista…todos esperábamos una película nueva, que nos plantease nuevos conflictos, pero sobre todo, a la vieja usanza del director.
Lo mejor: las imágenes nos hacen disfrutar, resultan casi hipnóticas. Además, Burton nos sorprende con detalles de frescura que nos hacen recordar por qué hemos ido a ver su película.
Lo peor: la falta de originalidad impropia del director.
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